Los profesores nuevos siguen un plan de formación que les ayuda a situarse en el colegio y a conocer su funcionamiento, y les orienta en cómo participar activamente de la misión evangelizadora que tenemos encomendada. Es un plan que abarca unos pocos años y está jalonado de unas cuantas acciones que sirven en lo profesional, pero también en lo personal.
Estos días ha tenido lugar una de esas actividades que consiste en estar un buen rato con los hermanos de la comunidad. En la comunidad de nuestro colegio hay siete hermanos maristas, pero en el cole hay muchos más maristas que no son hermanos, sino que son personas que pertenecen a fraternidades, grupos maristas de encuentro, grupos de vida cristiana, agentes de pastoral vocacional… o, simplemente, familias y profesores que viven su vocación cristiana a través del carisma de Marcelino Champagnat. Pero este encuentro es con los hermanos.
Esta reunión de estos nuevos educadores con los hermanos de la comunidad tiene como objetivo el conocimiento mutuo, la oración compartida y la celebración en la mesa. Realmente no hay un contenido evaluable o curricular, que dirían los profesores, sino que el contenido es la vida. La vida marista y la vida del educador, el saber que estamos cerca -en la quinta planta… o en la cuarta o en la tercera o en la segunda o en la primera-. El contenido es saber nuestros nombres, nuestras dedicaciones, nuestro aspecto, nuestro humor. Es nuestro tiempo juntos del que sacamos un jugo que se queda en el corazón y que adereza ese día, esa semana, ese mes y, ojalá, aderece también esa vida dedicada a la educación cristiana de los niños y niñas de la que entresacamos nuestra preferencia por aquellos que más nos puedan necesitar.
Tener referencias maristas, estar con los hermanos, con los laicos vinculados, con los miembros de las fraternidades, con padres y madres maristas, con profesores, es una riqueza que tenemos como colegio. Solo tenemos que descubrirla. Solo tenemos que encontrarnos, porque en el encuentro está la comunidad cristiana y marista que queremos seguir siendo.