Los primeros pasos (1902-1923)
Antes de que el colegio Chamberí estuviera ubicado en su actual dirección, estuvo en varios lugares de Madrid. La peregrinación fue larga hasta encontrar su sede definitiva.
El primer colegio marista en Madrid se fundó el año 1902 en la c/ Echegaray, nº 11. No se llamaba todavía colegio Chamberí y la presencia de los hermanos maristas franceses era patente. Como aquel edificio no reunía condiciones suficientes para la labor que debía desempeñar, pronto fue trasladado a la calle Amor de Dios, 4. La puerta de acceso era a través de la calle Santa María, por lo que el colegio recibió el nombre de "Colegio Santa María". Contaba por entonces con 115 alumnos y ocho profesores, todos Hermanos Maristas. Los alumnos que cursaban bachillerato asistían a clase al Instituto San Isidro y por las tardes recibían apoyo complementario en el colegio.
Ante el incremento progresivo del número de alumnos, se buscó un nuevo edificio que reuniera mejores condiciones. La búsqueda fructificó en 1917 siendo trasladado el colegio a la calle Los Madrazo, 15-17, un local hoy desaparecido y próximo al actual Ministerio de Educación y Ciencia.
Tampoco éste iba a ser el destino definitivo. Su espacio volvía a ser insuficiente y fue preciso abrir un nuevo colegio en el Paseo de la Castellana, 37 para acoger a los alumnos que no cabían en el primero. Este segundo colegio recibió el nombre de "Sagrado Corazón"
En agosto de 1923 se compra la casa y finca de la calle El Cisne, 3 (Eduardo Dato) y se traslada el colegio del Paseo de la Castellana a las nuevas dependencias. Paralelamente, seguía funcionando el colegio marista en la calle Los Madrazo.
El primer colegio "Chamberí" (1923-1942)
El nuevo edificio tenía su acceso por el Paseo del Cisne, nº 3 (hoy Eduardo Dato). Un pequeño jardín daba acceso al patio en el que durante mucho tiempo sobrevivieron algunos cedros del antiguo parque. El edificio era un antiguo palacio que poco a poco fue siendo adaptado para su nuevo fin. Había adoptado el nombre de "Colegio Sagrado Corazón", el que tenía en su anterior ubicación en La Castellana. Al iniciarse el curso 1926-1927 había un número aproximado de 250 alumnos.
La llegada de la República en abril de 1931 introdujo importantes cambios: se prohibía la enseñanza a los religiosos y era necesario desarrollar la imaginación. Fue preciso crear una asociación (el asociacionismo era favorecido por los nuevos dirigentes políticos) denominada "Sociedad Anónima Cultural Cervantes" que integraba ambos colegios maristas a los que hubo que cambiar de nombre. El colegio "Sagrado Corazón" fue rebautizado con el nombre de colegio "CHAMBERÍ".
Con el estallido de la Guerra Civil las autoridades republicanas se adueñan del edificio que pasó a ser hospital durante buena parte del conflicto.
Algunos de los religiosos maristas de ambos colegios murieron asesinados; el resto se fue diluyendo alojándose en casas de familiares o amigos, en pensiones,... Había que esperar tiempos mejores.
Una vez superada la tragedia que supuso la Guerra Civil, los hermanos maristas, que durante el conflicto se habían dispersado, vuelven a reunirse en el colegio Chamberí e inician las obras de restauración. Mientras tanto, la actividad educativa se realiza en un edificio propiedad de los PP. Paúles situado en la calle García de Paredes –el espacio ocupado en la actualidad por la Clínica "La Milagrosa"-. Esta nueva ubicación durará los tres años que tarda en construirse el nuevo pabellón paralelo a la calle Rafael Calvo. Fueron años difíciles porque los recursos económicos escaseaban. En enero de 1943 se trasladaban los alumnos de la calle García de Paredes a las nuevas instalaciones.
La historia más reciente (1942-2010)
El nuevo y definitivo edificio, al que se seguía accediendo por el jardín de la calle El Cisne, poco tenía que ver con sus antecesores. Por fin se podía disponer de espacios amplios y de unas instalaciones adecuadas para acoger dignamente a las decenas de generaciones que por sus aulas han ido pasando. Aquel curso 1942-43 el colegio acogía ya un total de 800 alumnos. Entonces se creó la Asociación de Antiguos Alumnos maristas.
De aquellos momentos es también la preciosa talla de la Virgen "Reina y Madre" que preside todavía hoy nuestras celebraciones religiosas y que fue entronizada en el altar de la capilla colegial.
Las publicaciones colegiales "Nosotros" y "Nuestra hoja" han recogido los acontecimientos más significativos de la historia de nuestro colegio.
Más tarde vendría la compra de un nuevo solar y la construcción del pabellón paralelo a la c/ Fernández de la Hoz, la venta del antiguo jardín de la c/ El Cisne y la apertura de la entrada principal en la c/ Rafael Calvo... La lista de hermanos y profesores que han ido desfilando por aulas, patios y pasillos sería interminable.
Sirvan estas líneas como homenaje a todos ellos haciendo especial mención a quienes gobernaron la "nave" durante esta larga etapa: Hermanos Adolfo Abaurrea (1941-45), Ezequiel Palacios (1945-51 y 57-63), Secundino Pérez (1951-57 y 63-66), Sabino Pérez (1966-69), Aquileo Manciles (1969-75 y 78-82), Pedro Septién (1975-78), Jesús García-Garayo (1982-87), Victorino de Arce (1987-88), Evelio Camarero(1988-94), Eduardo López (1994-2002) y Moisés Alonso (2002...).
A lo largo de estos años nuestro colegio ha experimentado un gran desarrollo, superando los sucesivos retos que se le han presentado: incorporación de las diversas reformas educativas, mejora de la calidad de la educación ofrecida y de resultados académicos, adaptación de movimientos apostólicos, desarrollo del deporte y las actividades culturales...
La sociedad española sufre una importante y progresiva transformación desde los años setenta y el colegio Chamberí intenta seguir este ritmo vertiginoso de cambio adaptándose permanentemente para ofrecer un servicio al barrio, a la ciudad de Madrid y a la sociedad española en general.
Estamos celebrando el Centenario y el lema que hemos elegido: "Cien años construyendo futuro" es una clara invitación a seguir adelante con ilusión y optimismo, afrontando los nuevos retos que la sociedad del siglo XXI nos lanza. El colegio Chamberí seguirá fiel a su tarea de formar "buenos cristianos y honrados ciudadanos", como quería aquel hombre llamado Marcelino Champagnat que se empeñó en dar vida este estilo educativo caracterizado por el espíritu de familia, el amor al trabajo y la devoción a María.
Caminando hacia el futuro (2010-Actualidad)
En los últimos años el colegio ha sufrido un gran cambio tanto educativo, tecnológico y estructural.
En el curso 2006-2007 la etapa de primaria es acreditada como bilingüe y comienza un profundo cambio que será transversal a todo el colegio.