Vivimos en un mundo en constante cambio que nos exige a todos un proceso continuo de adaptación. Y si alguien necesita estar permanentemente en estado de alerta para incorporar el cambio desde las nuevas realidades sociales, culturales, educativas, económicas... que van surgiendo, es la escuela. Aprovechemos el cambio social como oportunidad de renovación, para dar mejor respuesta a los retos que se nos plantean hoy.
El Proyecto educativo institucional es una carpeta integradora de documentos vivos de diversa naturaleza, origen, ámbito y vigencia por estar sujetos al cambio. Incorpora capítulos tan diferentes como el Carácter propio institucional o las concreciones curriculares y al mismo tiempo, comparte la estructura del Proyecto educativo de centro. Se trata, pues, de coordinar la globalidad compartida que supone un Proyecto educativo institucional con lo específico propio de cada centro.
Carácter propio e identidad corporativa
El Carácter propio de los centros maristas es el acento particular que permite dar un aporte de novedad a la cultura de nuestro tiempo. Nuestra mirada de educadores descubre en los jóvenes el rostro de Jesús. El encuentro con esos rostros desafía nuestra acción educativa, despierta la creatividad, cuestiona lo cotidiano y provoca el diálogo permanente con nuestra sociedad.
Misión
El objetivo preferente de nuestra misión es la evangelización. Somos herederos de un proyecto educativo iniciado por san Marcelino Champagnat, cuyo fin es “Dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar”.
Según el espíritu de san Marcelino Champagnat, hacemos de los niños y jóvenes más necesitados los destinatarios preferidos de nuestra misión.
Nuestras obras educativas, participando de la misión evangelizadora de la Iglesia, tienen como fin promover la educación integral de los niños y los jóvenes, armonizando fe-cultura-vida y atendiendo al desarrollo de la persona en todas sus dimensiones.
A través de la educación buscamos la transformación de la sociedad fomentando en los niños y los jóvenes el sentido crítico, la responsabilidad, el respeto, la libertad, la participación y la implicación en la consecución de una sociedad más justa y solidaria.
Visión
Conseguir que nuestras obras educativas sean en el entorno una referencia por su dimensión evangelizadora y su capacidad de acompañar a los niños y jóvenes en el proceso de crecimiento en la fe.
Conseguir que nuestras obras educativas dispongan de un proyecto educativo que asegure la educación integral de los niños y jóvenes a los que atienden y los prepare para ser agentes de transformación de la sociedad.
Conseguir que en todas nuestras obras educativas se atienda de manera preferencial a los niños y jóvenes con mayores necesidades y avanzar en el desarrollo de proyectos educativos destinados a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Conseguir que nuestras obras se distingan en su entorno por la calidad de su gestión y por el desarrollo de proyectos de innovación que respondan a la realidad cambiante de la sociedad.
Asegurar en nuestras obras la identidad marista, formando y acompañando a los diferentes agentes en el conocimiento y asimilación del Carisma y promoviendo nueva vida marista.
Avanzar en un sistema de gestión de las obras desde los criterios de unidad provincial y la misión conjunta.
Valores
Creemos en el Evangelio como fuente de inspiración de nuestro estilo educativo y núcleo integrador de los valores que queremos transmitir. Creemos también en su fuerza transformadora.
Reconocemos la existencia de un estilo educativo propio y unos rasgos bien definidos de la pedagogía marista que queremos que pervivan en nuestras obras: la presencia cercana del educador, la sencillez, el amor al trabajo, el espíritu de familia y el amor a María, la buena Madre.
Creemos en la comunidad educativa como ámbito en el que se desarrollan la participación de todos, el trabajo en equipo, la corresponsabilidad de las familias en la tarea educativa, la atención a los más necesitados, el compromiso por la transformación de la sociedad y la celebración y expresión de la fe.
Nos identificamos con valores emergentes en nuestra sociedad y que están presentes en nuestro Proyecto educativo institucional como la comunicación, la solidaridad, la interculturalidad, la ecología y la sed de espiritualidad.
Creemos en un modelo de gestión que favorece la participación, la corresponsabilidad, el desarrollo de las personas y la capacidad de innovación.